



Talampaya

Es uno de esos museos naturales, de armoniosos repliegues, que resumen la historia geológica de nuestro planeta. De coloración rojiza, es una conjunción muy singular de belleza natural, reserva arqueológica y tesoros paleontológico.
A medida que se penetra en los desfiladeros, la sensación de pequeñez se acrecienta ante los colosales murallones de más de 150 m. de altura y la diversidad de formas que caprichosamente el viento y el agua erosionaron.
Los grabados dejados en las rocas, nos remontan hasta aquellos antiguos habitantes de este desierto. Se sabe que estas culturas precolombinas, llamadas Ciénagas, aguadas, Sanagasta y Condor Huasi, usaban al Cañón de Talampaya como ruta de acceso hacia la Precordillera.